Semana De Terremoto: Lo Malo, Lo Ambiguo Y Lo Bueno

christchurch_earthquake_4_by_soaringturkeys-d2y1m5d.jpg

Luego de observar la reacción propia y de otros durante los acontecimietos de la semana pasada, me pareció interesante compartir en este blog lo malo, lo ambiguo y lo bueno, desde una perspectiva comportamental, que concluí:

LO MALO

El pasado jueves siete de septiembre, en la Ciudad de México, por la noche, yo estaba en el segundo piso de la casa de mi amigo Gabriel, junto con David, otro amigo. Estábamos viendo la tele, cuando Laura, la roomie de Gabriel, salió de su cuarto y dijo:
- ¿Está sonando la alarma sísmica?
Gabriel le puso mute a la tele, y escuchamos que en efecto estaba sonando la alarma sísmica. Laura dijo:
- Yo voy afuera.
- Tranquila, no pasa nada; esta casa está bien construida. – Le respondió Gabriel con tono confiado como diciendo "no me avergüences frente a mis amigos", mientras se recargaba en una pared con el brazo extendido.
Luego de unos momentos en silencio, volteamos a ver la lámpara y el líquido en los vasos sobre la mesa, y notamos que se movían un poco. Después de unos treinta segundos comentamos que el terremoto no paraba, y de pronto empezó a temblar más fuerte, mientras las ventanas y puertas comenzaban a tronar.
- Mejor sí vamos afuera. – Le digo a todos, y comencé a bajar las escaleras con los demás detrás de mí. Al llegar a la puerta, estaba cerrada con seguro y no la pude abrir, por lo que Gabriel me dijo con un ligero tono de desesperación:
- ¡Abre la puerta!
- No sé cómo abrirla, tiene seguro. – Le respondí, mientras me hacía a un lado para que Laura la abriera. Una vez que la abrió salimos todos y esperamos a que el sismo pasara mientras veíamos cómo se movían los coches, las ramas de los árboles y los cables de luz.

La Prueba Social tiene que ver con la influencia que ejercen los comportamientos de otras personas sobre nuestro propio comportamiento. Ocurre en situaciones ambiguas en donde no hay certeza de qué comportamiento se debe seguir, por lo que volteamos a buscar señales de qué hacen los demás.

La prueba social puede jugar en contra en determinadas situaciones, como una emergencia. Durante ese sismo había cierta incertidumbre, ya que nadie sabía qué hacer realmente, por lo que decidimos seguir el comportamiento de Gabriel y quedarnos en la casa, después de todo él parecía saber lo que hacía, cuando lo que debimos hacer desde el principio era salir de la casa antes de que comenzara a temblar, como Laura sugirió. Lo mismo pasa en otras situaciones, si nadie hace nada, nosotros no hacemos nada porque la señal que recibimos de cómo comportarnos es no hacer nada – además de que en la mayoría de las ocasiones no queremos ir en contra de lo que hace la mayoría –, lo que me lleva al día siguiente de ese sismo.

LO AMBIGUO

Al día siguiente, en la oficina, comenzó a sonar la alarma sísmica y, junto con los trabajadores de las demás oficinas del edifico, salí a la calle. Después de unos minutos nos dimos cuenta que fue una falsa alarma, pues la tierra no tembló y las personas en la calle seguían su vida como si no hubiera pasado nada. Teniendo en cuenta la prueba social y lo que había pasado el día anterior en casa de Enrique, me puse a observar cómo se comportaba la gente. Otra vez existía una situación de incertidumbre, pues nadie sabía cuándo era buen momento para volver al edificio o quién sería el primero en hacerlo, todos estaban esperando a lo que hicieran los demás. Entendiendo esta situación, mis compañeros de trabajo y yo pudimos ser los primeros en cambiar la prueba social y cambiar el comportamiento de quedarse parados, por el de entrar al edificio, pero no lo hicimos para ver qué pasaba. La prueba social durante un par de minutos fue no hacer más que quedarnos parados, hasta que un par de personas decidieron entrar, después de ellos entró un grupo pequeño, y tras ellos, los demás trabajadores del edificio se comenzaron a juntar en torno a la puerta para volver a entrar.

Un punto clave de la prueba social, es que trabaja muy bien en situaciones ambiguas, las personas comienzan a comportarse como lo hacen otras personas cuando no saben qué hacer. En el día a día se pueden encontrar diferentes situaciones que son ambiguas y pueden ser influenciadas para bien a través de la prueba social.

 

LO BUENO

La prueba social es una vía de dos rutas, ya que puede llevar a comportamientos peligrosos o negativos, pero también puede llevar a comportamientos positivos y benéficos, como fue el caso del sismo del 19 de septiembre de 2017 en Morelos, Puebla y la Ciudad de México.

Este sismo hizo que se cayerandiversos edificios en estos estados, dejando heridos y damnificados; la primera respuesta de los ciudadanos fue ir a ayudar a las zonas de desastre. Ver a un familiar, al vecino, a un desconocido, poniendo de su parte para ayudar a alguien más en esta situación ambigua – el desastre después del sismo – hizo que miles de personas comenzaran a copiar y a llevar a cabo este comportamiento. Aunado al sentimiento de nacionalismo y solidaridad que nos caracteriza a los mexicanos, la prueba social de ayudar a los que estaban en problemas se hizo más fuerte, ese mismo día, esa noche y los días siguientes, miles de personas salieron de sus casas a ayudar, donaron medicinas, víveres y dinero. La prueba social de auxiliar a los demás en el terremoto se hizo tan fuerte, que hoy ya no tenemos que voltear a un lado para ver cómo debemos comportarnos, hoy el comportamiento “normal” es ayudar, ya se ha convertido en una norma social.

Una vez que pase el caos de los primeros días y los afectados por este desastre tengan que reconstruir sus casas, la prueba social debe seguir siendo la disponibilidad para ayudarlos a hacerlo; las personas como tú o como yo, a través de nuestras acciones, tenemos el poder para que los mexicanos sigan apoyándose entre sí. :)

 

 

 

Carlo del Valle1 Comment