Instituto Mexicano de Economía del Comportamiento

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Elecciones en Estados Unidos: Unidad Demócrata pero no Republicana

Después de un par de encarnizadas elecciones primarias en Estados Unidos, ¿cuál es sentimiento partidista de aquellos que no apoyaron a Hillary Clinton o a Donald Trump? En nuestro documento de trabajo, Yarrow Dunham, David Rand y yo exploramos este tema por medio de un experimento económico. En particular, durante tres meses recolectamos datos de miles de estadounidenses quienes participaron en un juego donde se les pedía dividir dinero entre un simpatizante de su partido político y entre ellos mismos (juego del dictador). Además, el simpatizante en cuestión podía o bien haber apoyado al mismo candidato en las elecciones primarias o no.

Los resultados sugieren que a mediados de Junio existía mucho encono entre simpatizantes de distintos candidatos durante las primarias, independientemente del partido al que se apoyara. De tal forma que participantes que apoyaban a Bernie Sanders, por ejemplo, compartían menos dinero con simpatizantes de Hillary Clinton. No obstante, al paso del tiempo dicho encono fue desapareciendo y dejaron de haber distinciones a la hora de dividir el dinero, o al menos hasta los días próximos a las Convenciones Nacionales.

Por un lado, los simpatizantes de Hillary Clinton y Bernie Sanders se unificaron detrás de su identidad “Democrata”, luego de la petición de la Convención Nacional Demócrata por un mayor sentido de unidad dentro del partido. Sin embargo, lo mismo no sucedió con los Republicanos, quienes, quitando un breve periodo de unidad en la época de las convenciones, mostraron una marcada diferencia entre los simpatizantes de Donald Trump el resto de los candidatos.

Creemos que gran parte de este efecto viene del hecho de que Donald Trump continúa siendo antagonista e insultando a sus oponentes dentro del partido Republicano, lo cual evidentemente previene el nacimiento de una corriente unificadora dentro del partido. Por lo tanto, nuestros resultados parecen indicar que el macro-objetivo de derrotar al partido opositor no ha sido un objetivo suficientemente fuerte como para derribar las diferencias y crear un frente unificado en ambos partidos de manera natural.